Grupo de universidades ya ha entregado más de 8 mil protectores faciales impresos en 3D a hospitales chilenos

“Espontáneo y simultáneo”, así describe la ingeniera aeroespacial y académica de la Universidad de Talca, Karin Saavedra, el surgimiento de Fabtec Covid-19, iniciativa que agrupa a trece universidades -la mayoría regionales, entre ellas, la de Tarapacá, Talca, Concepción, Austral de Valdivia, y de Ayén-, con el objetivo de crear insumos médicos impresos en 3D y que ya ha donado más de 8 mil protectores faciales a centros de salud.

Hace dos semanas la ingeniera comenzó a pensar formas para abordar la falta de recursos médicos en los hospitales públicos. Con la idea de aprovechar su conocimiento en impresión 3D, contactó a académicos de otras universidades, quienes también estaban mapeando medidas para ayudar.

Unieron fuerzas y nació Fabtec Covid-19, cruzada en la que además participan ocho organizaciones civiles y del gobierno, como el Colegio de Arquitectos de Chile, la Fundación Mustakis y las Secretarías Regionales del Ministerio de Ciencia, de las macrozonas Centro-Sur y Sur.

Saavedra explica que en un principio planeaban desarrollar insumos como válvulas para ventiladores mecánicos. Sin embargo, el objetivo dio un giro tras hablar con un médico del Hospital de Temuco, quien les comentó que la urgencia eran protectores faciales, insumos que se utilizan para cubrir el rostro por completo.

“Empezamos a mirar los modelos para imprimir que ya estaban disponibles en internet y partimos”, cuenta la académica.

Hasta la fecha ya han entregado protectores faciales a centros de salud de diez regiones y 50 comunas como, Isla de Pascua, La Pintana, La Florida, Cerro Navia, Curicó, Talca, Concepción, Temuco y Valdivia, y estiman que diariamente se están haciendo 800 unidades a nivel nacional. La intención es entregar un total de 100 mil.

“En Curicó, partimos con diez impresoras, ahora tenemos cerca de 40 porque se han sumado estudiantes y profesores con impresoras particulares. También empezamos a ver otros mecanismos para construir los protectores, que son más rápidos, como el corte numérico con láser”, afirma la ingeniera, quien agrega que, gracias al nuevo método, proyectan generar 10.000 mascarillas en Talca la próxima semana.

También empezaron a utilizar una nueva técnica de inyección que permite multiplicar la producción.

“Con una impresora se pueden obtener diez modelos al día, con la inyección se sacan 1.000, es mucho más industrial, pero que requiere mayor inversión y hay menos máquinas de ese tipo”, dice Saavedra, quien desde esta semana participa de la Mesa Social del gobierno, en el sub-grupo Interdisciplina y equipamiento.

Ventiladores mecánicos

En paralelo, investigadores del Fabtec Covid-19 están trabajado en piezas para ventiladores mecánicos. Ya han hecho pruebas en los laboratorios y formado equipos multidisciplinarios con el Comité de Arquitectura para la Salud del gremio de Arquitectos.

También están desarrollando un videojuego para capacitar a personal de salud en el uso de ventiladores mecánicos, ya que “van a llegar muchos en los próximos días y es probable que las personas que ahora los operan, estén en cuarentena después”, sostiene Saavedra.